La trajimos en Noviembre del 2011 para que cuidase la casa, y aunque al principio tenia mucho miedito, sus pequeñas patitas (y la ayuda de una niña de Ayerbe) nos hizo decidirnos por su nombre, Pati
Una vez hubo superado la vergüenza nos encontramos con una perra que disfrutaba de todo lo que veía como si fuese una niña pequeña
y recordamos lo que es tener una "adolescente" en casa, que sólo quiere jugar (sus piñas!), mimos y comida
Pero también se ha convertido en nuestra mejor embajadora. Toda persona que viene a la casa acaba enamorada de ella, y si nuestros clientes traen perros, la Pati ejerce de perfecta anfitriona.
Podeis venir a acariciarle el pelazo que tiene la chica cuando querais.
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